jueves, 11 de diciembre de 2008

Películas eróticas por Internet

jueves, 11 de diciembre de 2008
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SUEÑOS Y AMBICIONES DE UN APRENDIZ


Rafael Denegri: Años de Formación y Aprendizaje, de Marcelo Sánchez

Por Carlos Andueza

Es posible sentenciar categóricamente que siempre es (y será) difícil para un provinciano llegar a la capital de Chile. Santiago, con sus extensos territorios urbanos, con sus calles atestadas de automóviles y sus veredas atiborradas de gente, constituye un paisaje bastante diferente del que se presenta en las demás ciudades del país. La incorporación a la capital, la adaptación, la costumbre y, finalmente, la búsqueda de las metas personales, son factores que se pueden lograr si se mezclan proporcionalmente la motivación, la resiliencia y la ambición.

Esto, en general, es lo que propone el actor, escritor y dramaturgo Marcelo Sánchez, en su libro Rafael Denegri: Años de Formación y Aprendizaje. Novela breve pero intensa, narra la historia del estudiante universitario Rafael Denegri, y su llegada a Santiago desde Valdivia. Las múltiples experiencias del joven protagonista, inmiscuyen al lector en un viaje por la capital chilena, mostrando imágenes típicas de Santiago desde la sorprendida perspectiva de un sureño. Un recorrido cultural, social y emocional a través de los sectores más tradicionales de la gran ciudad.

Rafael, el protagonista, el provinciano del sur, el estudiante y aprendiz, se mueve dentro de Santiago absorbiendo sus atributos y observando sus vicios. El joven participa en el taller literario de un connotado intelectual, y su motivación y talento los encausará, a como dé lugar, a la realización de su máximo sueño: ser escritor. La metáfora del viaje está presente en la obra desde el punto de vista psicológico más que físico, pues si bien la capital es recorrida, el verdadero camino transcurrido es el de los pensamientos, impresiones y ambiciones de Denegri.

El lenguaje chileno, la prosa simple, y el ritmo adecuado para una novela joven y breve, alcanzan los puntos más altos de la obra de Sánchez. Sin embrago, en ciertos momentos, la historia peca de ingenua, pues el protagonista generalmente no actúa como un lo debería hacer un adolescente de su edad. Es verdad que el autor trata de matar el estigma negativo en el que ha caído la juventud chilena actual, y el esfuerzo se valora pero, al mismo tiempo, le cuesta grados de verosimilitud y atractivo.

Marcelo Sánchez refleja de una excelente manera esa experiencia que le es común a tantas personas diariamente, el incluirse dentro de un ambiente nuevo, tan ameno como hostil, como lo es Santiago de Chile. No obstante, no termina de manifestar correctamente esa lucidez y ambigüedad que sólo la inexperiencia de la juventud logra irradiar.

Esta Lista La Lista

Las listas son antiquísimas, pero nunca tuvieron tal nivel de importancia hasta la aparición de la adaptación al cine de la novela High Fidelity de Nick Horby a fines de los noventa. Nunca hacer un top de cualquier cosa tuvo tanto sentido después de esa cinta. Tanto fue así que incluso se volvió una institución entre los magazines electrónicos alternativos chilenos aplicar esta técnica para resumir un año de canciones, presentaciones en vivo, álbumes, etc.

Con ese mismo espíritu, les invito a iniciar un viaje por todos los discos y canciones que el 2008 nos dejo. Columnas, comentarios, críticas y notas sobre lo que, a juicio de la redacción de Al Margen, será LO imprescindible para mostrar a tus nietos en unos cuantos años más. Aquí vamos.

LOS 4 MEJORES DISCOS CHILENOS 2008

Fother Muckers - Justo y Necesario: Por lejos uno de los más esperados y que, al llegar, ha dejado boquiabierta a la crítica con la propuesta tanto musical como estética que los ex alumnos de la facultad de comunicaciones de la PUC, devenidos en esforzados obreros rocanroleros, ofrecen en el disco lanzado hace escasas 3 semanas.

Lidera el ranking por su épico disco. Por donde se mire tiene esa garra que caracteriza a los Fother Muckers respecto a otras bandas chilenas con, aparentemente, todo a su favor. A ellos se les nota que el parto del disco ha dolido lo suficiente. Porque el resultado tiene alma desde que tocamos el plástico que lo protege, desde que esa imitación de caja de pizza se abre, desde que ponemos el disco a girar.

Hay avances en la propuesta sónica, en la actitud, en las letras y performance de su líder, Cristóbal Briceño, en las ejecuciones dulces y épicas de Héctor Muñoz, guitarrista, en y las líneas de bajo de Simón Sánchez, que dejan de ser un mero adorno rítmico para tomar personalidad.

Cristián ‘Soko’ Soto y Gonzalo Núñez, en batería y guitarras, respectivamente, han sido todo un hallazgo, pues refuerzan el intenso vivo de este disco. En él la batería la toca el Teleradio Donoso Martín del Real, quien se automargina de la banda para tomar partido en el grupo del inquietante songwriter Alex Anwandter. Como último registro del ruliento guitarrista-baterista, cabe preguntarse las razones más profundas para haber decidido tal alternativa, pues se manda un muy buen trabajo.

Se nota un crecimiento, una evolución que se explica en cada centímetro del disco y sus chiches (el arte más maravilloso del rock chileno según el destacadísimo crítico Christian Ramirez), además de la aparición en los créditos de Angelo Pierattini dirigiendo artísticamente a la banda en este disco. No quieren ni están para cosas chicas. Eso es Justo y Necesario.

Angelo Pierattini & Las Calaveras Errantes - Vol I

Se nota que se cansó, que escapó, que cambió. Nuevas composiciones, en este caso, son sinónimo de una apertura a un público nuevo, a una vibra y disposición nueva. Y todo por amor.

Se nota eso en el nuevo trabajo de Angelo Pierattini junto a sus Calaveras Errantes, proyecto en el cual el ex vocalista y guitarrista de la banda de Hard Rock Chileno Weichafe explota su faceta más confesional y más pop.

El lanzamiento, realizado el pasado 20 de noviembre, fue una muestra de que el cantautor esta comprometido con su propuesta. Maquillaje, iluminación, arreglos en las canciones y una entrega en el escenario pocas veces vista en el apático circuito de los songwriters nacionales dejaron en claro que lo que ofrece la placa de 14 canciones vale la pena.

Jiminelson - Amor del rey

El último trabajo de Jiminelson generó muchas expectativas gracias a su primer single El Delincuente. Más aún por la calidad de su debut, Yo, Jiminelson.

Amor del Rey nació a fines de 2007, cuando Gustavo León junto a Andrés Villarroel, a cargo de la batería, grabaron casi todos los temas que darían vida a la placa. Lo que caracteriza este trabajo es justamente la labor ‘en estudio’ de las canciones, ya que muchas antes de grabar ni siquiera existían.

La presentación del álbum fue en el Centro Mori a principios de septiembre, oportunidad en la que se pudo experimentar todo el avance que logró la banda. Su sonido actual es decorado con historias urbanas y del un universo mucho más iluso que material, sentimentalmente hablando. “Nos hemos dado la oportunidad de hacer lo que queremos hacer, y este disco parece ser la concreción de esa convicción y esas ganas”, dice León, el líder de Jiminelson.

**Chinoy - En Cada Esquina Volúmenes I, II y III (compilados liberados en la red)

Lo que sucede con Chinoy me parece extraño. Nada de discos editados, nada de merchandising, nada normal, en definitiva. El chico otrora punk de San Antonio se paseó por años en todos los bares de Valparaíso mostrando su folk emocional a quien quisiera escucharlo, y a quien no. Muchos quedaron impresionados con la capacidad de este joven de llenar los espacios tan solo con una guitarra y su peculiar y agudísima voz.

Pero, como sucede sobre todo en estos tiempos, donde todo lo novedoso, lo que sobresale, es digno de atención y análisis, de a poco Chinoy se convirtió en un secreto a voces que deambulaba con su guitarra cantándole a borrachos. Lo pillaron, le hablaron, lo convencieron de que era lo mejor.

Igual, todo eso es cierto. Pero, mucho de los que lo vieron cuando no era nadie y lo ven hoy, cantando en grandes espectáculos alternativos y ensalzado como una de las grandes apuestas de la música chilena, dicen que ya no es el mismo. Que ya perdió la gracia, que ya no cierra los ojos ni se ahoga por tratar cantar más fuerte.

Pero cumple con lo que se pide, con lo que se espera luego de tanta flor de la prensa especializada. Y lo más chistoso es que no tiene ni un solo disco editado. Ha tratado, dice, pero no le gusta como queda.

Da lo mismo. No sé si le gusten las compilaciones que han hecho sus seguidores y que han subido a la web constantemente. “En Cada Esquina” se llama el bootleg que hasta arte incluye. En ellos está atrapado el Chinoy del que todos oímos hablar.

Y, ¿saben qué?, escuchen. Porque aunque, por una vez, los críticos tienen toda la razón.

Bonus Track: En pocas Palabras

Revisamos las 10 mejores canciones del 2008 en clave corta, precisa y consisa

Fother Muckers - Justo y Necesario: Dulce y emocional. Habla de la vida misma, con todos los cambios, arreglos y melodías correspondientes. Un temón

Angelo Pierattini & Las Calaveras Errantes - Quema y Sana: Cuesta encontrar canciones que, sin decir nada relacionado con sexo o que hagan gemidos e interjecciones medias calentonas, resulten eróticas. Eso es lo que logra el track más volador del Volumen I del nuevo proyecto de Angelo Pierattini.

Jiminelson - El Delincuente: Una voz penetrante. Una orquestación intensa y delicada. Un viaje sonoro tanto en la melodía como en la historia.

Puntos para el increíble tono del vocalista.

Chinoy - Para el Final: La mejor por lejos del punkyfolk. Como dijo un buen amigo mío sobre otra canción, “Es suave, violenta y emocional”.

Teleradio Donoso - Yo no se nada del mundo: Majestuosa, dolorosa. Para decorar un dramático final. Ya lo hace en el disco “Bailar y llorar”. Espero que no musicalice suicidios.

Tio Lucho - Desperdicio (música para bailar): Poderosa. Para despertar una mañana, saltar en la ducha, sacarse la chucha, pararse y seguir saltando.

Chinoy - De Barro: El sanantonino se repite el plato en esta lista con parte de sus desconocidas entre sus desconocidas. Llena el espacio, detiene el tiempo.

Fother Muckers – Granpuente: Intensa. Canción que haría saltar fácilmente al estadio nacional entero en la próxima cumbre del rock. Note la letra y recuerde aquellos asesinatos del verano en Puente Alto... que jarcor.

Angelo Pierattini & Las Calaveras Errantes – Desdeñoso: Después de esta tonada que nadie sabe de quien es, uno queda con los pelos de punta por culpa de la penetrante voz de Pierattini y la apabullante fuerza de la letra y el acompañamiento musical. Una delicia.

Teleradio Donoso - Cama de Clavos: Cierra esta lista un hibrido entre Prince y James Brown personificado en un otrora depreñoño. Lo mejor del lado bailar de los Donosos.

LA TIERNA DEFENZA DE LAS LETRAS DISCRIMINADAS


Encuentro Literario: La Narrativa es un Virus

Por Carlos Andueza

Balmaceda Arte Joven se ubica a un costado del Centro Cultural Estación Mapocho. El edificio es viejo, sus paredes están rayadas y sus ascensores funcionan ocasionalmente; pero su intención última, fomentar las bellas artes y acercarlas al público juvenil, se cumple. Las diversas actividades que realiza la corporación abarcan desde la danza hasta el video digital, sin dejar de lado el teatro, la literatura, la música y las artes plásticas. La charla que se relatará a continuación se enmarca dentro del ámbito de la literatura, aunque más específicamente, de la literatura marginal.


El flyer que anunciaba el encuentro especificaba que éste se realizaría en la biblioteca pública de Balmaceda 1215, en el primer piso. Finalmente, la charla se llevó a cabo en el tercero, en la sala destinada a la lectura del taller de poesía. Para llegar allí había una sola opción: subir por unas pintarrajeadas escaleras; los ascensores, en ése momento, no eran una buena alternativa.


El escenario negro, con dos potentes focos de luz en cada extremo, recordaba el escenario de Una Belleza Nueva, el programa cultural de Cristian Warnken que, de hecho, así lo manifestó más tarde el escritor Alejandro Zambra, también participante del encuentro. Al público lo esperaban unas cuantas sillas desplegables y dos pequeñas tarimas; a los expositores, una larga mesa cubierta por una tela negra y sembrada de vasos con agua. Pero treinta minutos pasaban de la hora anunciada para el inicio de la charla, y los participantes aún no se hacían presentes.


Para cuando llegaron, todo se precipitó. En un abrir y cerrar de ojos, la sala estaba llena, todo comenzó por fin. La audiencia estaba conformada, en su mayoría, por jóvenes estudiantes de los diferentes talleres ofrecidos en el lugar, por amigos o seguidores de los escritores, y también por unos cuantos periodistas. El grupo variopinto de presentadores también estaba integrado por gente joven, profesionales que no pasaban la treintena de edad, unidos por la lectura y la escritura compulsiva. Durante toda la charla, los micrófonos fueron peleados.


Encabezando la mesa como presentador, el escritor, profesor y crítico, Roberto Contreras, introdujo a los invitados. El estudiante de periodismo, y ganador del concurso Roberto Bolaño por su novela Malasia, Diego Zúñiga, era el más joven de la mesa con sus 21 años. La sicóloga Claudia Apablaza, quien recientemente había publicado la novela El Diario de las Especies, se encontraba allí por su obsesiva afición a la escritura. Asimismo, se encontraba también Luis Valenzuela, licenciado en letras y autor de Jueves. También hizo presencia el infaltable escritor Álvaro Bisama. Alejandro Zambra llegaría mucho más tarde.

Palabras al margen
Todo comenzó con la siguiente cita de Bolaño: “El desprecio que sentía por la llamada literatura oficial era enorme, aunque sólo un poco más grande que el que sentía por la literatura marginal. Pero creía en la literatura, es decir, no creía ni en el arribismo, ni en el oportunismo, ni en los murmullos cortesanos; sí en los gestos inútiles, sí en el destino”. Palabras que dieron el puntapié inicial del encuentro.


Las opiniones se dispararon. El micrófono iba y venía mientras los exponentes respondían. La atención del público se palpaba en su silencio.


Álvaro Bisama comenzó lanzando una frase categórica y lapidaria: “Yo creo que, en el fondo, todo en Chile es marginal”. Y prosiguió, adjuntando como ejemplo, con sus impresiones sobre los cuentos de terror de Mariana Calleja. “Escribió una versión muy chanta del Bebé de Rosemary que, si eso no es marginal, no sé lo que es.” Después de las risas de los asistentes, Diego Zúñiga acotó que le molestaba el aprovechamiento de algunos escritores con la categoría marginal. “Muchas veces es una postura simulada, y terminan haciendo un discurso falso”, sentenció.


En cuanto al carácter alternativo o lateral de la narrativa que los mismos autores presentes manifestaban en la charla, Claudia Apablaza comentó que, en la mesa, no veía literatura del margen. “La literatura chilena es periférica desde Europa, desde afuera, no desde dentro”, agregando que no conocía literatura marginal contemporánea. Asimismo, Luis Valenzuela aclaró que él prefiere “hablar de literatura no oficial en vez de marginal. A ésta no la conocemos, ni tampoco llegará a una editorial”, agregó el escritor. Roberto Contreras, estando de acuerdo con esta última frase concretó que “deja de ser marginal quien se hace libro”.

La tarea incumplida
Pronto, la discusión giró hacia otros rumbos. El canon literario, la supuesta imposición de éste y los listados de lecturas preferenciales, fueron los siguientes tópicos. No fue difícil entonces desembocar en Cien libros chilenos, la última publicación de Bisama y que, justamente, enumera una centena de obras literarias nacionales. Claro que su autor se adelante en defender su postura, asegurando que “Cien libros… no trata de ser un canon, sino más bien un libro narrativo, que me sirvió como excusa para sistematizar las lecturas que para mí eran relevantes”. Bisama no cree en la imposición de un canon, pero “en lo que sí creo es en el derecho de todos los lectores a hacer listas”.


Precisamente, ésa era la tarea impuesta por Contreras. El escritor, al momento de invitar a sus colegas, les había pedido que hicieran la lista de sus cinco libros chilenos favoritos. Ninguno la hizo. Salvo Apablaza, quien la escribió en la misma mesa, e incluyó entre sus preferidos autores de la talla de Donoso, Bolaño y Nicanor Parra. Por su parte, Diego Zúñiga confesó que, aunque no haya cumplido con el pedido de Contreras, le gustaban las listas, pues creía que “el ejercicio de hacerlas le saca el jugo a la lectura e interpretación de los libros y de cómo afectaron al lector”. El único que opinó distinto fue Luis Valenzuela, pues argumentó que las listas sí imponían un canon, “del hecho de estar sentados en esta mesa como escritores, nombrando a autores que leemos, de cierta forma estamos entablando un canon. Por eso mi negación a hacer la lista” aclaró.

Trailers auditivos
En eso iba la conversación cuando, de pronto, llegó Alejandro Zambra. El profesor de la UDP y autor de Bonsái y La Vida Secreta de los Árboles, no explicó su retraso, pero fue bien recibido por sus compañeros y se sentó en el extremo derecho de la mesa. Arribó a tiempo para la lectura final.


A partir de entonces, los escritores convocados comenzaron a vociferar palabras escritas. La idea era terminar la charla con la exposición de fragmentos de sus últimos trabajos. Pedazos de múltiples relatos, coloridos, exóticos, extraños y límites. Lecturas que, finalmente, confirmaron el cariz marginal, si bien no de sus expositores, de sus historias, inspiraciones y orígenes.


Diego Zúñiga leyó primero. El estudiante de periodismo hizo público un retazo de la novela que tiene en proceso de creación. Titulada Las Muertes Imaginarias, cuenta la historia de un joven periodista que investiga un misterioso caso en Alto Hospicio. Una virgen que llora sangre será el motivo del reporteo y el núcleo de esta ficción rápida e intrigante.


Como poniéndose el parche antes de la herida, Álvaro Bisama reconoció ante todos que leía pésimo en público, que casi se había negado a leer y que le aterraban los karaokes. Sin embargo, de igual modo expuso un capítulo de Música Marciana, su última novela. La historia, un bombardeo imparable de información y datos pop, relataba el intercambio epistolar entre un padre y un hijo, e incluía un personaje negro que, se suponía, era hermano de John Lennon.


Claudia Apablaza hizo la lectura de un cuento inédito, perteneciente al libro La No Historia. El relato, en primera persona, contaba la melancólica vida de Lucila Godoy Alcayaga.


Luis Valenzuela expuso un fragmento de su libro Jueves. La novela cuenta la historia de tres personajes, tres amigos que se juntan a realizar una celebración, a la cual se empecinan a que vaya un afamado humorista chileno.


El último en leer fue Alejandro Zambra. El escritor publicó un capítulo de un nuevo libro, 90 días, en el que trata la recuperación de un adicto a la nicotina. La rehabilitación del cigarro se dejaba escuchar fácil y liviana, pues estaba salpicada por un humor ácido y certero.


Terminada la charla y las respectivas lecturas, escritores, periodistas y público en general, se unieron alrededor de una pequeña mesa para compartir unas cuantas copas de vinos y otras tantas palabras más.

En tiempos de crisis

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¡Feliz Año Nuevo!





Por Juan Pedro Lührs Berger

Se aproximan las fiestas de fin de año, pero como buen joven, a uno la que más le interesa es aquella enorme celebración que se da para celebrar el inicio de un nuevo ciclo. Más que hacer referencia a un lugar específico, quisiera dar algunos “tips” importantes para que éste sea inolvidable, todo esto sustentado en experiencias propias.
Lo primero es tener fijo el rumbo, después de pasar las 00:00 con la familia o los amigos, dependiendo del caso, no comience a improvisar. No hay peor opción que esa, puesto que el devenir no jugará a su favor, sea responsable y consiga un carretito, al menos, una semana antes. Asegúrese que va a haber harta gente, dado que en este caso, la calidad está otorgada por la cantidad. Mentalícese en que esa debe ser la mejor noche del año y no puede desperdiciarla.

Las mega-súper-fiestas-poncias-reggaetoneras son una buena opción con diversión asegurada, pero por menos plata también se puede disfrutar, eso sí, se debe ser busquilla, no deje nada al azar. El año nuevo 2006-2007 no preparé nada y fue horrible, vagué por varias partes de Santiago y la experiencia fue frustrante, nunca logré pasarlo tan bien como el 2005-2006, cuando fui a un evento de esos cachilupis.
El segundo punto es que no salga a comprar elíxires en la noche. Tómese la molestia y compre en la tardecita, no va a querer exponerse a pasar un año nuevo con ley seca. Nunca está demás preparar un rico cola de mono o choco-ron, pero así también debe ser cuidadoso con las mezclas, nadie quiere llevarse sorpresas estomacales de última hora. Hace dos festividades compré, apurado, un vodka CALIENTE, sé que se puede pensar que estoy exagerando, pero JURO que tenía la misma temperatura que un té.
La tercera sugerencia es, por esta vez, ser más cuidadoso que nunca con el alcohol, calcule la diferencia entre quedar “prendido” y “destruido”. Esa es, por lejos, la peor fecha para entrar a la familia Guajardo, un bulto no lo pasa bien, así que no sea tarado y tenga “hocico frío” para tomar la decisión de cuándo parar. Por lo demás, ni a féminas ni a varones les gusta sandunguear con personas hedionditas a estómago.
El año pasado me tocó danzar con una tal Daniela, claramente su apellido era Guajardo, no fue una grata experiencia, debí alejarme por el hedor que ésta expelía.


La cuarta recomendación es que, por ningún motivo, haga cosas que no realizaría sobrio. Una vez me pegué un rally enorme por hacerle caso a un amigo que me dijo que fuéramos a ver a otro compadre que había hecho un carrete. En ese momento me hallaba en Cuarto Centenario, comuna de Las Condes, y terminé, luego de un viaje de dos horas, en la Villa Francia. En mi plenitud me habría negado a tamaña travesía, pero con unas copitas de más a uno se le desarma el mapa de Santiago.
Para finalizar, sólo puedo agregar que no sea huevón y no maneje curado, si gusta en demasía de degustar simpaticones y exóticos tragos, haga como yo y no saque carnet.